Si alguien dice que instalar Linux hoy en día es difícil, es simplemente porque no lo intentó.
Tengo bastante experiencia en instalaciones extrañas, pero lo de ayer fue el colmo de la simpleza.
Tanto le hice la cabeza a un amigo que pruebe Ubuntu, que me dijo 'listo, ya me bajé el cd y lo grabé, ahora que hago'. Ups... como soy un colgado, siempre le debo una visita, y el andaba con ganas de instalarlo, pero no se animaba por lo peligroso que suena la frase particionar el disco. Si bien es un usuario que se defiende bastante en el manejo de PC, no es para nada técnico en esta área. Si a veces nosotros los técnicos cruzamos los dedos durante un proceso de este tipo, un usuario normal directamente se moja los pantalones ;)
El método de instalación fue el menos ortodoxo que escuche hasta el momento: le dije que bootee con el livecd, y que lo primero que haga sea entrar a gmail, y desde ahí lo guié via chat.
La instalación fue increíblemente simple, la mayoría de los pasos los resolvió solo, hasta llegar al redimensionado del disco. En este punto solo le tuve que aclarar que es lo que iba a pasar, y que ayuste el tamaño deseado para la partición de windows. Luego, clicky clicky... Ubuntu se está instalando. :)
Termina la instalación, le pido que saque el cd y reinicie... esos minutos de verlo desconectado fueron interminables. Esperaba que suene el celular en cualquier momento, pero no... de repente apareció conectado, desde el Ubuntu recién instalado.
Lo fácil de la instalación de Ubuntu Feisty me sorprendió. Mi máquina está instalada desde el desaparecido Warty, y nunca más volví a reinstalarla, así que no conocía bien el instalador.
Desde este humilde post, felicitaciones a todos los que hacen de Ubuntu un sistema operativo 'para seres humanos'. :)
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